El aceite de oliva virgen extra es un manjar que convence a todos los paladares, sobre todo si es de la mejor calidad. Hay variedades más intensas, afrutadas, suaves o con un final denso en la lengua, matices que se consiguen según la aceituna seleccionada, el momento de la cosecha y la preparación de cada botella.
Además, hay un elemento que determina en gran medida la calidad de un aceite de oliva y es su conservación. Las botellas de aceite de oliva de alta calidad tienden a ser oscuras u opacas, muchos podrán pensar que se trata de un tema de imagen de marca, pero nada más alejado de la realidad, es un detalle esencial para asegurar las propiedades del aceite.
¿Cómo se mide la calidad de un aceite?
Existen varios factores que se deben tener en cuenta al medir la calidad de un aceite, en primer lugar, es esencial que este sea aceite de oliva virgen extra para asegurar que contiene todos sus beneficios y sabor. Si además nos aseguramos que es aceite de primera extracción en frío, conseguiremos un aceite con cuerpo, intensidad y con grandes propiedades para nuestra salud.
Muchos se guían por el color, aunque hay una amplia gama de tonalidades de aceite que van desde un verde intenso a tonalidades más amarillas. El color final se relaciona estrechamente con la cosecha y el tipo de aceituna que se usa, por ejemplo, los aceites de oliva de cosecha temprana suelen tener un tono verde intenso y presentan una textura más densa y opaca. La vista puede ser un buen aliado para determinar la clase de un aceite, pero para medir la calidad te recomendamos guiarte por el sabor o el olor.
El aceite de oliva de calidad tiene un sabor intenso y profundo y en muchos casos deja un final picante y amargo en el paladar. Esto será un excelente indicativo de la calidad del aceite y aunque pueda variar la intensidad según la clase, es un rasgo común entre los mejores aceites del mercado.
Todas estas características son grandes aliadas para conocer la calidad de un aceite, pero normalmente requieren de una cata para poderlo valorar. ¿Cómo podemos saber si se trata de un buen aceite antes de probarlo? El etiquetado y el packaging serán de gran utilidad.
La importancia del packaging en el aceite de oliva
Los envases de los aceites de oliva tienen más importancia de la que podríamos llegar a pensar. Su material, color y acabado influyen de manera directa en la conservación del producto. Para garantizar la conservación óptima de las propiedades visuales y organolépticas del aceite, los productores suelen optar por envases de vidrio. Este material conserva las propiedades, el aroma y el sabor del aceite sin alterarlo y garantiza una protección frente a los factores ambientales externos.
Debido a la transparencia de las botellas de vidrio, el aceite queda expuesto a la radiación lumínica. El sol, el calor y el aire son los grandes enemigos de la conservación de un buen aceite, si no se protege de estos factores se puede producir una ranciedad temprana en el producto. Si el aceite se expone de forma continuada al sol en un envase transparente, este irá deteriorando su calidad y podrás notarlo en su sabor.
Las botellas de aceite oscuras, normalmente de un verde oscuro o negro, son la solución perfecta para evitar este deterioro con el paso del tiempo. Hay productores que incluso se animan con un packaging opaco para asegurar una buena conservación del aceite de oliva virgen extra.
Si cuando entras en una tienda ves que el aceite de oliva se mantiene lejos de las fuentes de luz y se prioriza un envasado en botellas oscuras, será una gran señal de que te estás llevando un buen aceite a casa. Después solo quedará confirmar el etiquetado para garantizar su clase, Denominación de Origen y extracción.
Aparte de las funciones prácticas de un embotellado en vidrio oscuro, este material también es muy valorado por los consumidores. Se relaciona estrechamente con los productos gourmet y de calidad y en la mente del cliente es una apuesta segura cuando priorizan la calidad en su compra. Si nos fijamos en los lineales de los supermercados, los aceites de oliva de menor calidad se conservan en botellas de plástico transparente y los de mayor calidad, en envases más selectos, con diseños más cuidados y siempre con embotellado oscuro.
¿Cómo conservar el aceite de oliva en casa?
Si quieres conservar las propiedades del aceite una vez lo tengas en casa, te recomendamos buscarle un lugar privilegiado en la despensa. Durante la temporada más cálida del año, opta por un lugar fresco y evita fuentes de luz directa. Siempre deberás evitar la nevera, prioriza que el aceite se mantenga a una temperatura fresca y estable durante todo el año.
También te recomendamos dejarlo en su envase original o comprar una aceitera oscura para poner el aceite de oliva virgen extra. Así la luz no te jugará una mala pasada y podrás disfrutar de su sabor semana tras semana. Lo mismo pasará con el aire, evita que este quede demasiado expuesto, opta por un envasado hermético y seguro para que no pierda sus características de aroma y sabor.