El aceite de oliva se ha convertido en un alimento básico en la cocina española, no falta en ninguna despensa y si se consume de la mejor calidad, tiene grandes beneficios para la salud. Es uno de los aceites con más reconocimiento, no obstante, existen otros tipos en el mercado que también son utilizados en la cocina, como es el aceite de girasol.
El uso de cada aceite tiene sus ventajas e inconvenientes. El aceite de oliva virgen extra tiene excelentes propiedades y un intenso sabor que gusta a muchos. No obstante, esa misma intensidad puede resultar abrumadora según la preparación. Por ejemplo, en pastelería es común usar aceite de coco o aceite de girasol, opciones más suaves para el paladar. Veamos los principales tipos de aceite y cuál usar en cada momento.
¿Cuál es la diferencia entre los distintos tipos de aceite de cocina?
La gran diferencia entre el aceite de oliva virgen, que tan aclamado se encuentra en la dieta mediterránea, y otros tipos, como el de girasol, maíz, soja o semillas, es la composición final del mismo. Muchos aceites incorporan disolventes u otros componentes y se someten a un proceso de refinado donde se pierde una gran parte de los nutrientes y componentes beneficiosos para el organismo.
No obstante, tenemos otros aceites con propiedades interesantes para el consumo. El aceite de girasol es el más rico en ácido linoleico, un ácido esencial para conseguir una dieta sana y equilibrada. Si se elige el aceite de girasol alto oleico, puede ser un buen aliado en la alimentación.
El aceite de oliva virgen extra no es la mejor opción para calentar, ya que tiene un punto de humo (temperatura a la que el aceite comienza a humear) muy bajo (160 ºC), por ello se prefiere su consumo en crudo para mantener sus propiedades. Cuando se quiere usar aceite para cocinar, es de gran utilidad contar con otros aceites, como el aceite de aguacate o el aceite de oliva.
El aceite de soja o el de girasol, también son muy usados en caliente, sobre todo por el precio, que es significativamente más bajo que el del aceite de oliva. No obstante, con estos aceites no se puede asegurar que no se produzcan alteraciones que modifiquen el sabor o los hagan menos interesantes para un consumo saludable. Lo positivo de estas dos opciones, es lo neutro que resulta su sabor en el paladar, no obstante, es esencial optar por uno de buena calidad, evitando refinados e hidrogenados.
¿Cómo diferenciar los aceites?
Cada aceite tiene una textura, color y olor diferente, por lo que, es importante encontrar el tipo de aceite que más nos interese y guiarse por el etiquetado para conseguir el de mejor calidad. Huir de los refinados te ayudará a conseguir una fuente de grasas óptima a nivel nutricional y también aportará un plus de sabor que notarás en cada bocado.
En el caso del aceite de oliva, es importante fijarnos en el tipo de prensado, los ingredientes del aceite y la denominación. Un aceite de oliva virgen extra será de mayor calidad que un aceite de oliva, por lo que será una mejor alternativa.
Tenemos que buscar aceites que tengan una composición sencilla, sobre todo en las opciones como el aceite de coco, de soja o de girasol, ya que es común encontrarlos refinados y, por tanto, no resultan beneficiosos para el consumo habitual. Lo mejor es optar por versiones de calidad donde el componente sea simplemente el aceite. Esto es algo que notarás tanto en el precio, como en el etiquetado, pero recuerda que invertir en un buen aceite, es invertir en tu salud.
¿Qué tipo de aceite es mejor para cocinar?
Si queremos cocinar es esencial encontrar opciones que se mantengan estables al entrar en contacto con una fuente de calor. Una de las opciones más recomendadas es el aceite de oliva virgen, siempre a fuego bajo o medio, pero para muchos, este resulta demasiado intenso para frituras o marinados.
Si se quiere freír sin recurrir al aceite de oliva, se puede optar por el aceite de aguacate o el de semillas, que, a su vez, resulta muy aromático durante el cocinado. Si se quiere hornear, el aceite de soja, el de maíz o el de girasol, son muy usados, pero a nivel nutricional, puede ser mejor, un aceite de oliva virgen de calidad.
Para hornear dulces y postres, muchos usan el aceite de coco. Tiene un toque dulce que queda de maravilla con estos preparados, por ello, es muy usado en la bollería de los supermercados.
¿Cuál es el peor aceite para cocinar?
Cada aceite tiene detrás sus amantes y sus “haters”, pero hay algunos que cuentan con mayor fama que otros. El aceite de oliva es de los más queridos y el de coco o el de palma, de los más polémicos.
El peor aceite para cocinar sería el aceite vegetal. Normalmente, esta denominación se usa para vender una mezcla de aceite de colza, soja, cártamo, maíz, palma y girasol. Todos ellos refinados y procesados, restando cierto sabor y además, lo convierte en una opción perjudicial para la salud.
¿Qué diferencia hay entre el aceite de colza y el aceite de soja?
El aceite de soja tiene un sabor ligeramente fuerte y no destaca por las grasas que contiene, por lo que puede ser una buena opción. Se suele incorporar en horneados y no es común en frituras. Resulta más caro y difícil de encontrar que otros aceites.
Por su parte, el aceite de colza, tiene una cantidad de grasas saturadas más baja que otros aceites y un punto de humo alto (204 ºC), por lo que es adecuado para el uso en cocinados a altas temperaturas. El sabor de este aceite es suave. Cuenta con mala fama porque suele venderse en un formato altamente procesado y, por tanto, resulta perjudicial para la salud.
¿Qué es mejor el aceite de girasol o de maíz?
Ambos aceites tienen una gran cantidad de ácido linoleico, por lo que en opciones de calidad, pueden ser componentes en la dieta de una persona. No obstante, las altas temperaturas pueden modificar el sabor de ambos aceites y por ello, no suelen ser las mejores alternativas para freír.
El aceite de girasol es más rico en este ácido esencial y contiene menos grasas saturadas que el aceite de maíz, por lo que muchos optan por este para sus preparados.
¿Qué es mejor el aceite de colza o de maíz?
El aceite de colza contiene menos cantidad de grasa saturada que el aceite de maíz, por lo que podría ser una buena alternativa, no obstante, resulta complicado encontrarlo sin refinar, por lo que pierde muchas de las propiedades que lo hacen interesante. Además, el aceite de colza, tiene una mayor proporción de ácidos esenciales, incluso tiene más concentraciones saludables de ácidos grasos poliinsaturados.
Ambos se usan en la industria y no tienen un precio elevado, pero es muy sencillo encontrarlos refinados, por lo que hay que tener cuidado para elegir uno realmente interesante para el cocinado y la salud.
¿Qué es mejor el aceite de soja o girasol?
El aceite de girasol tiene un precio más económico que el aceite de soja, además, es mucho más sencillo de encontrar. Ambos son buenas opciones, pero el aceite de girasol gana muchos adeptos por el sabor suave que deja en sus preparados. El aceite de soja tiene un sabor más particular que puede no encajar con todos los gustos, por eso, no es tan común en el mercado.
Como comentábamos anteriormente, el aceite de girasol tiene propiedades que lo convierten en una opción nutricionalmente interesante, por los ácidos y vitaminas que se consiguen con su consumo.
¿Cuál es el aceite menos dañino para la salud?
Si se tiene que escoger un aceite saludable y de calidad, el aceite de oliva virgen extra ha demostrado en multitud de estudios sus beneficios al introducirlo en una dieta de forma habitual. Es más, muchos especialistas avalan su uso diario, siempre asegurando que sea un aceite de alta calidad y si es posible de la primera prensada, ya que se consigue un aceite más rico en nutrientes, cuerpo y sabor.