El aceite de oliva es un complemento imprescindible en la dieta mediterránea, aporta sabor y tiene grandes beneficios para el cuerpo. En países como España o Italia, es un básico que nunca falta en la despensa y hay una amplia variedad disponible, pero ¿sabemos escoger un aceite de oliva de buena calidad? Aquí te dejamos siete trucos que te ayudarán a escoger la mejor opción en tu próxima compra.
El aceite de oliva se ha convertido en un producto gourmet para elevar todo tipo de platos y aderezos, es sencillo de combinar y si se escoge de buena calidad, aporta una profundidad única en el plato. Hay varios indicadores que nos ayudarán a escoger la mejor opción si lo que queremos es un aceite de oliva de la mejor calidad.
Los puntos clave para encontrar un aceite de oliva de buena calidad
El etiquetado
La etiqueta será tu mejor aliado para poder encontrar un aceite de oliva de la mejor calidad. Buscaremos que esté etiquetado como Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) e idealmente, que se haya producido con la primera extracción en frío. Esto garantizará un sabor lleno de matices, intenso y gustoso en el paladar.
En el mercado también encontraremos la opción de Aceite de Oliva o Aceite de Oliva Virgen, pero estos no contienen el Extra y es indicador de menos calidad en el producto. Estos no resultarán tan interesantes nutricionalmente y también lo notarás en el sabor.
Elaboración del aceite
La manera en la que se elabora el aceite tiene un impacto directo en el resultado final que se consigue. Se pueden utilizar máquinas tradicionales de prensado para obtener el aceite, pero estas pueden producir una oxidación en el líquido que comprometerá el sabor final del producto. Lo mejor es optar por aceites que se hayan elaborado con maquinaria de acero inoxidable.
Para poder estar seguros de ellos tendremos que alejarnos de la palabra ‘prensado’ y optar por los etiquetados que especifiquen ‘primera extracción en frío’. De esta manera se asegura la mejor calidad en el producto dentro de los aceites de oliva.
El envasado del producto
Puede que pienses que en envasado del producto es solo marketing, pero en el caso del aceite de oliva tiene una función esencial y nos ayudará a conocer las mejores opciones del supermercado. Si queremos llevarnos un aceite de alta calidad, optaremos por los envases opacos u oscuros y nos alejaremos de los transparentes.
El aceite de oliva es sensible a la luz y a la oxigenación, procesos que se aceleran cuando ponemos el producto en un envase transparente. Las botellas oscuras, opacas o que contengan un estuche conservarán mucho mejor el producto y el resultado será un aceite de oliva más rico.
También se debe estar atento al modo de almacenamiento en el punto de venta, pues nos indicará el nivel de conocimiento del producto si queremos pedir referencias para escoger uno entre la variedad. Si está demasiado expuesto a la luz directa del sol, lo más sabio será buscar otro lugar para comprar el aceite.
Esto también deberás tenerlo en cuenta cuando lo conserves en casa, lo mejor será buscar un lugar alejado de la exposición solar, priorizando mantenerlo en su envase original para proteger del aceite y su conservación.
El sabor y picor en la garganta
Si ya te has decidido por un aceite y quieres probarlo en casa, debes notar un ligero picor en la garganta al degustarlo. Esta sensación es un indicador de calidad y suele ser suave, sin comprometer la experiencia. Se debe a los polifenoles que contiene el aceite de oliva, antioxidantes naturales que provienen de la misma aceituna.
Si no notamos ese sabor intenso acompañado de un picor sutil en la garganta, seguramente se trata de un aceite refinado y, por tanto, menos interesante si buscamos calidad y sabor. Es una cualidad positiva que te ayudará a decidir si repites la compra con un aceite o no.
Año de producción
El aceite de oliva de la mejor calidad también será el más joven, por ello, debemos fijarnos en la fecha de producción. Cuanto más cerca este la fecha de producción, más garantías tendremos de que conserva todas sus propiedades. ¿Lo ideal? Encontrar un aceite de oliva virgen extra con una fecha de producción lo más cerca posible de la de compra, teniendo como margen que haya pasado como máximo un año desde su producción y envasado.
El color: un indicador de sabor, pero no de calidad
El color no es un indicativo directo de la calidad de un aceite de oliva. El aroma del aceite será un indicativo mucho más fiable de la calidad del aceite. Aléjate de los aceites que tengan olor a moho, vinagre o incluso a aceituna, pues no estarán en las mejores condiciones para poder disfrutar de la calidad de un buen aceite de oliva.
No te dejes guiar por un precio barato
El aceite de oliva virgen extra no es un producto barato y raramente encontrarás una alternativa de calidad con un precio económico. Encontrarás variedades sin el extra con un precio más ajustado, pero estos no serán tan interesantes para tu salud o para poder disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer su sabor.
Recuerda que invertir en un aceite de oliva de buena calidad es invertir en bienestar, salud y en disfrutar de una experiencia gastronómica más completa. Además, si se utiliza con medida, te acompañará durante semanas en la cocina. Al tener un sabor tan intenso y profundo, no necesitarás tanta cantidad como en el caso de los aceites refinados para poder notar su presencia en un plato.
Con estos consejos, será imposible no dar con el aceite de oliva más acertado para tu hogar, después podrás investigar entre los aceites de oliva de mayor calidad para encontrar la variedad que más vaya con tu paladar, teniendo en cuenta la variedad de la oliva y la extracción. En el mercado existe una variedad cada vez más amplia de aceites de oliva virgen extra de alta calidad, nosotros no podríamos escoger solo uno, lo mejor es buscar entre ellos y encontrar el que encaje con tus platos.